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¿Cuál es el mejor tratamiento para el lipedema? Opciones conservadoras y quirúrgicas

El tratamiento del lipedema debe ser integral, personalizado y adaptado a la fase en la que se encuentra la enfermedad. Aunque no existe una cura definitiva, sí hay múltiples formas de mejorar la calidad de vida, reducir el dolor, disminuir la inflamación y frenar la progresión del trastorno. Saber cuál es el mejor tratamiento dependerá del grado del lipedema, los síntomas presentes y las necesidades individuales de cada persona.

A continuación, exploramos en profundidad las opciones conservadoras y quirúrgicas que se utilizan actualmente, y cómo pueden ayudarte a recuperar el bienestar físico y emocional.

¿En qué consiste el tratamiento conservador del lipedema?

El enfoque conservador es la primera línea de tratamiento para la mayoría de las personas con lipedema. Su objetivo no es eliminar la grasa acumulada, sino mejorar los síntomas y prevenir que la enfermedad avance.

Una de las terapias más efectivas es el drenaje linfático manual, una técnica especializada que estimula el sistema linfático y facilita el retorno de líquidos. Este tratamiento, realizado por fisioterapeutas con formación específica, reduce la inflamación, alivia la pesadez y mejora el aspecto de las extremidades.

A esto se le suma el uso de medias de compresión a medida, preferiblemente de tejido plano. Estas prendas ayudan a mantener controlado el volumen de las piernas o brazos y a prevenir la acumulación de líquido y grasa en los tejidos.

La práctica regular de actividad física adaptada, como ejercicios acuáticos o caminatas suaves, también resulta beneficiosa, ya que favorece la circulación linfática y mejora la movilidad sin generar impacto en las articulaciones. Finalmente, una dieta antiinflamatoria, como ya detallamos en el artículo anterior, contribuye significativamente al alivio de los síntomas.

En nuestras clínicas de FisioClinics, ubicadas en La Moraleja, Sabadell, Palma, Logroño y Bilbao, contamos con equipos multidisciplinares que combinan drenaje linfático, asesoría nutricional y apoyo emocional para ofrecer un abordaje completo y efectivo del tratamiento conservador.

¿Qué opciones quirúrgicas existen para el lipedema?

Cuando el tratamiento conservador no es suficiente para controlar los síntomas o la enfermedad ha alcanzado un grado avanzado, se puede valorar la intervención quirúrgica. La técnica más utilizada es la liposucción especializada para lipedema, diseñada para eliminar de forma segura la grasa enferma sin dañar el sistema linfático.

Existen diferentes métodos de liposucción, siendo la técnica WAL (Water-Assisted Liposuction) una de las más recomendadas por su capacidad de preservar los vasos linfáticos y lograr una extracción más precisa de la grasa. Esta técnica consiste en infiltrar una solución salina que desprende la grasa antes de su aspiración, permitiendo una intervención menos traumática.

Otras técnicas incluyen la liposucción tumescente y la supertumescente, aunque hoy en día se prefiere el uso de métodos que respeten el sistema linfático lo máximo posible.

La cirugía se realiza por zonas y puede requerir varias sesiones, dependiendo del grado de afectación. Es importante destacar que este procedimiento debe ir acompañado de un riguroso protocolo pre y postoperatorio para asegurar resultados duraderos y evitar complicaciones.

¿Qué cuidados son necesarios antes y después de la cirugía?

El éxito de una cirugía para lipedema no depende solo del acto quirúrgico. Una buena preparación y una recuperación bien planificada son fundamentales.

Durante las semanas previas a la intervención, se recomienda realizar sesiones de drenaje linfático manual y llevar medias de compresión, además de seguir una alimentación antiinflamatoria. Esto mejora el estado de los tejidos y reduce el riesgo de complicaciones.

En el postoperatorio, se deben continuar las sesiones de drenaje, mantener el uso de prendas de compresión durante las 24 horas del día en los primeros meses, y atender cualquier complicación como fibrosis, seromas o infecciones. En caso de molestias o alteraciones, el seguimiento médico debe ser constante.

También puede ser necesaria la ayuda de suplementos o fármacos para corregir déficits de hierro o prevenir la aparición de anemia, especialmente si la cirugía ha sido extensa.

¿Cuál es el mejor tratamiento? Una decisión individual

No existe una única respuesta válida para todas las personas. En los grados iniciales del lipedema, un tratamiento conservador bien guiado puede ser suficiente para controlar la enfermedad. Sin embargo, en los casos más avanzados o cuando los síntomas afectan significativamente a la vida diaria, la cirugía puede ser una excelente opción complementaria.

En cualquier caso, lo más recomendable es contar con un equipo profesional que analice tu situación y te acompañe de forma integral en todo el proceso. En FisioClinics, te ayudamos a elegir la mejor opción para ti, adaptándonos a tus necesidades y cuidando todos los aspectos del tratamiento, desde el físico hasta el emocional.



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¡Es hora de tratarlo!

Mayo 30, 2025

Mayo 30, 2025

Iñigo Junquera