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Dieta para lipedema: qué comer y qué evitar para reducir la inflamación

Una alimentación adecuada no elimina el lipedema, pero puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes lo padecen. La dieta para lipedema tiene un objetivo claro: reducir la inflamación del tejido afectado, aliviar el dolor, mejorar la circulación y ayudar al bienestar general.

Muchas mujeres descubren que al cambiar ciertos hábitos alimenticios, disminuyen síntomas como la pesadez, la retención de líquidos y la sensibilidad al tacto. Esto no significa seguir una dieta estricta o restrictiva, sino aprender a elegir alimentos que beneficien al cuerpo y eviten el empeoramiento de esta enfermedad crónica.

¿Por qué es importante la alimentación en el lipedema?

Aunque la grasa del lipedema no desaparece con dieta ni ejercicio, una alimentación antiinflamatoria puede ayudar a controlar muchos de los síntomas asociados. El dolor, la hinchazón y la sensación de piernas pesadas suelen intensificarse con alimentos que generan inflamación en el organismo.

Además, muchas pacientes con lipedema también tienen condiciones asociadas como síndrome de ovario poliquístico, hipotiroidismo, permeabilidad intestinal o intolerancias alimentarias. Todos estos factores deben considerarse a la hora de diseñar una dieta personalizada.

Qué tipo de dieta es recomendable para el lipedema

Existen distintos enfoques nutricionales que han mostrado buenos resultados para mejorar el estado general en mujeres con lipedema. No se trata de una única “dieta milagro”, sino de adaptar los principios antiinflamatorios a las necesidades de cada persona.

Una de las más efectivas es la dieta cetogénica, que reduce significativamente los hidratos de carbono y se basa en grasas saludables y proteínas. Este enfoque ayuda a disminuir los picos de insulina, responsables en parte de la inflamación. Otra opción es la dieta RAD, una variante de la dieta mediterránea que elimina gluten, lácteos y productos ultraprocesados, manteniendo una base rica en verduras, proteínas magras, legumbres y grasas buenas.

El ayuno intermitente también se ha posicionado como un recurso eficaz para reducir la inflamación sistémica. No es obligatorio para todas, pero bien pautado puede ser una herramienta útil.

Alimentos recomendados para reducir la inflamación

Incluir en la dieta diaria ingredientes que ayuden a reducir la inflamación puede marcar una diferencia real. Algunos de los más recomendables son los vegetales de hoja verde, las frutas con bajo índice glucémico como frutos rojos, el aceite de oliva virgen extra, los pescados grasos ricos en omega 3, las semillas de chía y lino, el aguacate y el té verde. También es beneficioso incorporar alimentos fermentados como kéfir o chucrut, que mejoran la salud intestinal y refuerzan el sistema inmune.

Además, se recomienda beber abundante agua y mantener una buena hidratación para facilitar el drenaje de líquidos y toxinas.

Alimentos que conviene evitar

Así como hay alimentos que pueden mejorar los síntomas del lipedema, hay otros que es mejor limitar o eliminar. El azúcar refinado, las harinas blancas, los embutidos, los fritos y las grasas trans generan inflamación, empeoran la retención de líquidos y contribuyen al malestar general. También es recomendable reducir o eliminar el consumo de alcohol, bebidas carbonatadas y lácteos convencionales, especialmente en pacientes con intolerancia a la lactosa.

El gluten, presente en muchos productos de panadería y alimentos procesados, es otro de los ingredientes a tener en cuenta, ya que puede provocar reacciones inflamatorias incluso en personas no celíacas.

Preguntas frecuentes sobre la dieta para lipedema

¿Puedo comer fruta si tengo lipedema?

Sí, pero conviene priorizar las de bajo índice glucémico, como los frutos rojos, manzana verde o pera. Es preferible evitar frutas muy dulces como el plátano maduro o las uvas si se busca un efecto antiinflamatorio.

¿La leche vegetal es mejor que la de vaca?

En muchos casos sí, especialmente si se elige sin azúcares añadidos y sin aditivos. Las más recomendadas son las de almendra, coco o avena sin gluten.

¿Se puede tomar café?

El café no está prohibido, pero conviene moderar su consumo y evitar añadirle azúcar. Tomarlo sin lácteos y preferiblemente solo puede ser una opción aceptable.

¿Qué puedo tomar si quiero un dulce?

Se pueden preparar postres caseros con ingredientes como cacao puro, dátiles, harina de almendras y edulcorantes naturales como la stevia o el eritritol. La clave está en la moderación y en evitar los ultraprocesados.

Recomendaciones prácticas para empezar

Cambiar de alimentación puede parecer abrumador al principio, pero no tiene por qué serlo. Una buena estrategia es comenzar por reducir los alimentos más inflamatorios e incorporar poco a poco opciones saludables. Planificar los menús semanales, cocinar en casa, leer etiquetas y tener alternativas sanas a mano son pasos que facilitan mucho el proceso. También es útil llevar un registro de lo que se come y cómo se siente el cuerpo tras cada comida.

Si se tienen dudas o síntomas digestivos frecuentes, conviene realizar pruebas de intolerancia o consultar con un nutricionista para personalizar aún más la dieta.

La importancia del acompañamiento profesional

No todas las personas con lipedema responden igual a una misma dieta. Por eso, es clave contar con el acompañamiento de un profesional de la nutrición que evalúe cada caso de forma personalizada, teniendo en cuenta las comorbilidades, el estilo de vida y los objetivos terapéuticos. En FisioClinics, ofrecemos un abordaje integral que incluye asesoría nutricional y tratamiento físico como el drenaje linfático manual, para acompañarte en todo el proceso.

Consulta más sobre nuestros servicios en FisioClinics, presentes en La Moraleja, Sabadell, Palma, Logroño y Bilbao.

 

¿Padeces de lipedema?
¡Es hora de tratarlo!

Mayo 16, 2025

Mayo 16, 2025

Iñigo Junquera