Tipos de Lipedema

Tipos de Lipedemas según la zona afectada
El lipedema puede clasificarse en distintos tipos según las áreas del cuerpo donde se acumula la grasa de forma anormal. Entre las principales categorías se encuentran:
- Lipedema tipo I: Afecta la región de las caderas y glúteos, generando una acumulación de grasa en la parte superior de las piernas sin afectar el resto del cuerpo.
- Lipedema tipo II: La grasa se distribuye desde las caderas hasta las rodillas, generando la apariencia de «piernas en columna» y provocando molestias en la movilidad.
- Lipedema tipo III: Afecta desde las caderas hasta los tobillos, sin afectar los pies, creando un contraste notable con la parte superior del cuerpo.
- Lipedema tipo IV: Afecta los brazos además de las piernas, provocando una acumulación de grasa en la parte superior de los brazos y dificultando el movimiento.
- Lipedema tipo V: Se concentra únicamente en la parte inferior de las piernas, especialmente en las pantorrillas, con una clara demarcación en los tobillos.
Tipos de Lipedema según el grado de progresión
El lipedema también se clasifica según su nivel de avance, dividiéndose en cuatro grados principales:
- Grado 1: La piel es suave, con una ligera acumulación de grasa y pocos nódulos detectables. Los síntomas suelen ser leves y la movilidad no se ve afectada.
- Grado 2: La superficie cutánea comienza a volverse irregular, con nódulos de grasa más palpables y síntomas más notorios, como dolor y fragilidad capilar.
- Grado 3: Se presenta una deformidad evidente, con un aumento del volumen de grasa y grandes acumulaciones nodulares que pueden dificultar el movimiento.
- Grado 4: En esta fase avanzada, el lipedema se combina con linfedema, lo que provoca una retención de líquidos importante y afecta gravemente la movilidad de la persona.
Diferencias entre tipos y diagnóstico adecuado del lipedema
Es fundamental diferenciar los distintos tipos de lipedema para determinar el tratamiento más adecuado. Un diagnóstico correcto ayuda a evitar la confusión con otras condiciones como la obesidad o el linfedema, asegurando que se adopten las estrategias más eficaces para controlar la progresión de la enfermedad.
El reconocimiento temprano de los síntomas y la clasificación del tipo de lipedema pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de quienes lo padecen. Si se presentan signos como acumulación de grasa desproporcionada, dolor o fragilidad capilar, es recomendable acudir a un especialista para una evaluación completa.